a) Agua Oxigenada: la limpieza de mármol y las manchas de tinta en la madera se eliminan aplicándola diluida en agua. Los muebles de fibra vegetal lucirán más blancos si se frotan con un paño humedecido en agua oxigenada.
b) Alcohol: elimina los restos de lápiz labial, rotulador y manchas de hierba en las tapicerías, tienes que rodear la mancha con talco y embeberla en alcohol por el derecho y el revés (tres partes de alcohol por una de agua). Para limpiar los cristales y azulejos, mezclar con un producto para limpiar cristales y agua en partes iguales.
c) Bicarbonato: quita las manchas amarillas que aparecen en los manteles blancos, se disuelve tres cucharadas de bicarbonato en un litro de agua caliente, colocarlo en remojo media hora y se aclarará. Mezclado en seco con detergente de lavadora y talco, ayuda a la limpieza de las tapicerías y absorbe las manchas de grasa.
d) Limón: elimina las manchas de óxido, tanto en tejidos como en suelos de cerámica y sanitarios. Blanquea las manchas amarillas, de tinta y metales.
e) Sal: Vertida en el fregadero evita atascos y malos olores. Para blanquear las cortinas, se deben dejar una hora en remejo con agua y sal.
f) Vinagre: Aplicarlo caliente para abrillantar los sanitarios, también reaviva el color de los textiles y evita que la ropa destiña. Es excelente para limpiar madera y terrazo.
El uso cotidiano de estas sustancias resulta más que recomendable, ya que obtenemos una serie de ventajas como las que se detallan a continuación:
1- evitamos tener que comprar otros productos de limpieza, habitualmente más caros.
2- evitamos la generación de residuos, sobre todo de envases ligeros.
3- contribuimos a mejorar la calidad del aire en nuestra casa ya que no hacemos uso de tantas sustancias orgánicas volátiles, evitando que sean inhaladas por las personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario